«No esperes a mañana porque esto no es una moda pasajera. Cuanto antes empieces a tener y gestionar correctamente una identidad digital mucho mejor».
¿Qué es la identidad? Es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. Es también la consciencia de que una persona tiene de ser ella misma y que la diferencia, la hace distinta al resto.
Está certificada por documentos autentificados conforme lo que se dice de nosotros es real. Los principales documentos son nuestro DNI (Documento Nacional de Identidad); el pasaporte, documento principal en muchos países, ya que la posesión de un documento de identidad es obligatoria en la mayoría de los países, pero es raro en los que poseen un sistema jurídico basado en el derecho anglosajón; y nuestro carnet de conducir. No todos los países emiten documentos de identidad, aunque la extensión de la práctica acompañó el establecimiento de sistemas nacionales de registro de la población y la elaboración de los medios de control administrativo del Estado.
Todos estos documentos están certificados por organismos oficiales que legitiman quiénes somos, garantizando que nuestros datos más relevantes son verdaderos, regulando una coherencia y unas reglas de juego. En cambio en la red todo esto es susceptible de deformaciones; en la actualidad no existen organismos que verifiquen y confirmen que los datos que presentamos sean ciertos en una red social, por ejemplo.
Es el conjunto de métodos para generar una presencia en la web de una persona o empresa en Internet. Esa presencia podría reflejarse en cualquier tipo de contenido que se refiere a la persona o negocio. Esto incluye noticias, la participación en blogs y foros, sitios web personales, presencia en Social Media, imágenes, vídeo, etc.
En inglés existen diferentes abreviaturas relacionadas:
Además, la Identidad 2.0, también llamada identidad digital, es la revolución anticipada de la verificación de la identidad en línea, utilizando tecnologías emergentes centradas en el usuario tales como el standard OpenID o Microsoft Windows CardSpace. Se encuentra dentro de la teoría de la Web 2.0, donde destaca de un modo simple y abierto los métodos de identificación en transacciones cuyos procesos sean similares al mundo real, como por ejemplo un carnet de conducir.
Un sistema de identidad 2.0 permitiría a los usuarios usar una única ID, transparente y flexible en vez de usar múltiples nombres de usuario y contraseñas para registrarse en sitios web. La identidad 2.0 está centrada en el usuario. Requiere transacciones identificadas entre usuarios y agentes (páginas web) usando datos verificables, proporcionando así transacciones a las que sea más fácil seguir el rastro.
La fecha de nacimiento, el lugar donde nacimos, la hora, etc. Sin embargo nuestra identidad es mucho más completa. Esto incluye nuestros gustos, aficiones,… también la define todo aquello que nos gusta, como el tipo de música, nuestras películas favoritas, el tipo de comida; todo esto confecciona un mapa de quiénes somos.
Los especialistas en marcas (branding) te dirán que todos somos marcas. Internet nos permite estar 24 horas on-line, ofreciendo nuestros productos o servicios. Imagina que eres un escritor o artista y tus libros u obras están a la venta durante 24 horas, los 7 días de la semana. ¡Fantástico!, ¿verdad? Tener una identidad digital también es rentable por el hecho de que cada vez más nos buscan por Internet.
Entre los principales objetivos está maximizar nuestra presencia y ofrecer referencias on-line positivas sobre una persona o empresa específica, dirigidas no sólo a los usuarios que buscan activamente a esa persona en cualquier motor de búsqueda, sino también a los que eventualmente pueden llegar a hacer referencia a una persona mientras navega por la web.
Los diferentes elementos e ingredientes que forman parte de esta configuración para nuestra identidad digital son muchos, aquí tenemos los principales: